No se puede conocer y vivir la función social del Diseño sin conocer la dinámica de la realidad sociocultural, sin conocer cuándo la conducta es espontánea y cuándo la conducta es opresiva. No se puede cumplir el compromiso con la sociedad sin distinguir necesidades conscientes en inconscientes, ni cuándo las necesidades del hombre son violentadas por las “necesidades ficticias”.
Por último, no se puede ser socialmente responsable si no se ha internalizado la noción de culpa.
Marcos Aguinis “Elogio de la culpa”
La cultura en general es un control externo de la conducta individual, pero este control no es opresión cultural.
El individuo y la realidad sociocultural son interdependientes, no son términos opuestos, sino armónicos; sólo en una realidad sociocultural se humaniza el individuo.
El individuo que crece fuera de una realidad sociocultural no tiene nada de humano.
En las dinámicas de las necesidades humanas la conducta es producto del efecto combinado de diversas necesidades.
Motivación y actitud
La motivación es la traducción consciente de una tensión en busca de un objeto que proporcionará satisfacción, además regula la relación hombre-ambiente.
Podríamos caracterizar las actitudes como pautas de conducta, internalizadas, que son expresión de nuestra personalidad. La actitud puede reducir o aumentar la motivación.
El publicista sabe que la conducta de compra, el comportamiento económico, no es totalmente racional y consciente, apela entonces a lo emocional y la sugestión.
La conducta sugestiva es el conjunto de reacciones psíquicas de adaptación de un individuo en situación, es inconsciente y reflexiva. Por otra parte, la conducta racional es la que persigue consciente y deliberadamente objetivos para satisfacer necesidades.
La publicidad es muy criticada. Se le juzga como manipulación, como violación de la dignidad humana, como tentativa de alineación.
Se estima que el intensificar en el consumidor la frecuencia de conductas fuertemente impulsivas lo habitúa a decidir impulsivamente y a que utilice la razón sólo para justificar la compra ante sí mismo, hecho que en psicología se llama racionalización.
Deseo
Es algo que falta en la situación actual del individuo y sólo está la idea de lograrlo; también puede ser lo contrario, algo que está presente y se tiene la idea de su supresión.
Marketing
El marketing se propone satisfacer necesidades rentablemente, las identifica, influye y estimula deseos y crea demandas (no necesidades).
Por ello, los mensajes subliminales pueden conducir a las mal llamadas necesidades ficticias.
Manipulación
Llegamos a ser conscientes de la manipulación cuando advertimos o queremos, realmente, darnos cuenta que va en contra de nuestros principios, de nuestros valores, en una palabra, de nuestra personalidad.
Sinceramente,
Staff OrigenArts